Logrando destacar con su propio brillo en la escena contemporánea, Ángela Aguilar ha capturado la atención no solo por su inigualable voz, sino también por su estilo único, fiel a sí misma y a sus raíces. Hija de Pepe Aguilar y nieta de los legendarios intérpretes del regional mexicano, Antonio Aguilar y Flor Silvestre, la joven cantante ha conseguido seguir su impresionante legado familiar.
Ángela Aguilar es una de las voces más prometedoras de la música mexicana. A pesar de su corta edad, ha demostrado su madurez artística que le ha permitido ganar importantes reconocimientos, incluyendo nominaciones a los Latin Grammy. Sin embargo, a lo largo de su carrera, se ha enfrentado a grandes retos, pero el más significativo ha sido abrirse camino como mujer en el género regional mexicano y el mariachi, un espacio tradicionalmente dominado por hombres.
¿Qué significa para ti ser una mujer del año 2024 y cómo te sientes con este reconocimiento?
“Me siento un poco poco merecedora, la verdad. No entiendo por qué me han considerado. Siento que apenas estoy descubriendo lo que significa ser mujer. Pasar de niña a joven adulta es un proceso, y creo que todavía estoy en el camino de saber quién soy. Sin embargo, eso también es parte de ser mujer: aprender quién eres y descubrir tu poder femenino y tu energía divina femenina. Ha sido una aventura enorme para mí aprender sobre mí misma, y aún hay muchas partes que no conozco”.
“Es muy bonito estar en la misma conversación que tantas mujeres que he admirado. También es importante reconocer que ser una mujer que inspira es esencial, y eso es parte de por qué nos esforzamos por seleccionar a mujeres que nos motivan y que merecen ser reconocidas”.
¿Qué responsabilidad social conlleva ser una mujer en la actualidad?
“Yo creo que conlleva mucha responsabilidad, especialmente hoy en día, con tanta accesibilidad al público. Este es un momento crucial para generar un cambio significativo. Hay problemas como el falso feminismo, los ataques entre mujeres, la violencia de hombres contra mujeres, y los feminicidios en nuestro país. Creo que es nuestro deber, como personas con una audiencia más amplia, hablar sobre estos temas y no tapar el sol con un dedo”.
“Es muy bonito y valioso participar en marchas y manifestaciones, pero es importante vivirlo en el día a día. Mi plataforma siempre ha sido positiva, y creo que debemos manejarla de esa manera. El apoyo femenino puede llegar muy lejos, y estoy muy apasionada por este espacio”.
“También creo que hay que entender que las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para ayudar a otras personas a identificarse con nuestras experiencias. Podemos poner nuestro granito de arena para abordar causas sociales, como el feminismo y el empoderamiento. Es crucial que reconozcamos que nuestra voz tiene poder y una gran responsabilidad, no solo en cómo nos representamos a nosotros mismos, sino en cómo representamos algo más grande, mucho más grande que nosotros”.
¿Qué te inspiró a seguir una carrera en la música, siguiendo los pasos de tu familia?
“Al principio, para mí la música era más un juego. No concebía una vida sin mariachi, música y familia. Cuando era pequeña, veía todo como una actividad cotidiana, como andar en bicicleta con mis papás. Íbamos a conciertos, cantábamos juntos, y yo siempre quería ser como mi abuela, que ha sido mi mayor inspiración. Aunque no me dejaban maquillarme, le robaba su labial porque quería ser como ella, una mujer que canta. La música siempre ha sido parte de mi vida de manera natural”.
Has sido una de las mujeres mexicanas más nominadas a los Latin Grammy y premiada en otras ceremonias como los Billboard Mujeres Latinas en la Música, ¿qué representa esto para ti y qué te gustaría que mejorara en la industria para las próximas generaciones?
“Para mí, siempre ha sido un gran honor formar parte de estos premios y logros. Al principio, veía estos reconocimientos como algo dirigido hacia mi familia, pero no hacia mí. Recuerdo que los primeros Grammys a los que asistí fueron acompañando a mi papá”.
“En cuanto a la industria, creo que la igualdad de género sigue siendo un reto, especialmente en el género regional mexicano, que históricamente ha sido dominado por hombres. Me he dado cuenta de que, a veces, los logros de un hombre son aplaudidos de manera más notoria, mientras que los de una mujer pasan desapercibidos. Aunque no lo he experimentado tanto personalmente, sí lo he visto. Creo que el género regional mexicano y el mariachi necesitan más representación femenina, y me encanta ver cómo las nuevas generaciones están adoptando este estilo de música que he amado desde niña”.
¿Cuál ha sido ese desafío que te has enfrentado más importante en toda tu carrera?
“Creo que el mayor desafío ha sido encontrar mi propia voz en medio de un apellido que lo predomina todo. Ha sido difícil descubrir mi estilo y aceptar que lo que a mí me gusta puede no ser exactamente lo que mi familia ya ha hecho. Además, uno de los retos más grandes ha sido, en un nivel más alto, convertirme en un buen ejemplo para las niñas y las personas que me siguen. Esas tres cosas —encontrar mi voz, mi estilo, y ser un modelo a seguir— han sido los desafíos más importantes y difíciles de mi carrera”.
¿Cuál ha sido el momento más memorable de tu carrera hasta ahora?
“Creo que uno de los momentos más memorables fue la primera vez que canté en los Latin Grammys. Desde muy pequeña estuve estudiando música y ya había hecho una gira, que era bastante pequeña, de teatros con un mariachi. Apenas podía cantar diez canciones, y sentía que era muchísimo. A pesar de haber lanzado discos, no terminaba de creerme todo lo que estaba logrando”.
“Cuando llegó el momento de los Grammys, fue un instante muy íntimo, solo dos guitarras y yo, recién cumplidos los 15 años. Ese fue el momento en el que me di cuenta de que este era el camino que debía seguir. Todo el esfuerzo, las horas de ensayo, el estrés y los nervios valieron la pena. Subirme por primera vez a ese escenario, mostrar mi voz y empezar a recibir la respuesta del público fue un boom. Recuerdo especialmente el momento en que canté «La Llorona», y cómo todo el mundo se conectó con esa canción. Fue un momento inolvidable”.
Representas una dinastía, pero también tienes tu propia voz, ¿cómo es esto para ti?
“Para mí, ser una Aguilar representa muchas cosas hermosas. Sin embargo, al final del día, el apellido no canta. Vivo con la responsabilidad de tener a 14 personas detrás de mí que me apoyan y a miles de personas enfrente esperando escucharme. Esa es una carga muy grande, y no lo tomo a la ligera solo porque mi familia lo haya hecho durante tanto tiempo”.
“Cuando la gente comienza a conectar conmigo, es algo muy bonito. Siendo la más joven, antes de que la música mexicana tuviera este boom y todo el mundo comenzara a cantarla, me sentía un poco sola con mi hermano. Recuerdo que, a los nueve años, dije en una entrevista que no quería que la música mexicana se acabara porque quería que los jóvenes la escucharan y se involucraran. Cuando la gente empezó a conectar conmigo, me hizo sentir menos sola, a pesar de las críticas que recibía. En mis primeras entrevistas, a esa edad, me criticaban por cantar «La Chancla». Y yo respondía que no tenía que vivir un desamor para cantar sobre el desamor. Ahora recuerdo esas cosas con cariño, aunque antes me causaban estrés. Es gratificante ver cómo todos estamos conectados a través de esto”.
¿Hay algún nuevo género musical que te gustaría experimentar a un futuro?
“Me gustaría explorar todos los géneros, excepto el rap. Siento que no descarto nada, porque me fascina la música. Amo el mariachi y la música mexicana; de verdad creo que no hay música más difícil de interpretar que una canción acompañada por mariachi. Me encanta cantar canciones difíciles. Por el momento, la música mexicana y el mariachi seguirán predominando en mi carrera”.
“Recientemente, saqué un tema con Fito Páez, que es rock en español, y he realizado diferentes colaboraciones en varios estilos, desde alternativo hasta otros géneros. La verdad es que me he aventurado en muchos estilos diferentes, y me encanta hacerlo”.
¿Cómo trabajas en ti para sentirte fuerte, empoderada y segura?
“Esa es una muy buena pregunta. Creo que la manera en que me siento segura de mí misma es cuidando mucho mis palabras y acciones, y haciendo todo con la mejor intención. Me hace sentir bien saber que hice lo mejor que pude en cada situación que he vivido. También creo que algo tan simple como hacer yoga, estirarme en las mañanas, y hacer ejercicio, es esencial para cuidar de mi cuerpo. Aunque no siempre soy buena en esto, sé que debo esforzarme más. Estas son caricias al alma y al cuerpo que todos deberíamos darnos”.
“Y, curiosamente, me siento empoderada cuando estoy usando un corset y montando a caballo; es ahí donde más me siento en mi elemento. Sin embargo, fuera del escenario, tener compasión por mí misma es lo que más me ayuda a sentirme segura”.
¿Cómo cuidas tu salud mental?
“No hay una respuesta concreta para esa pregunta, ya que la salud mental tiene muchas capas. Creo que es crucial rodearse de personas que te aporten y que no te quiten energía; que sean buenas influencias. Cuidar de tu mente implica ser consciente de lo que piensas, de lo que aceptas, de lo que lees, y de tu relación con las redes sociales”.
“He aprendido que, para estar bien mentalmente, necesito estar más en sintonía conmigo misma y menos expuesta al exterior”.
“Saber cuándo retirarme, cuándo dejar el celular, y cuándo pasar tiempo con mi familia y mi pareja me ayuda mucho. También tengo una psicóloga, a quien adoro; creo que la salud mental es algo muy importante y lo hablo con frecuencia. Definitivamente, buscar ayuda y tener personas en tu entorno que te apoyen es fundamental”.
¿Cuál es ese consejo que le darías a las mujeres que han sido juzgadas por tomar sus propias decisiones?
“El consejo que les daría es que, si las decisiones que están tomando son para su bienestar y no perjudican a nadie, no deben explicarse a nadie. Eso es algo que he aprendido a lo largo de mi vida”.
“Las opiniones de los demás realmente no son válidas ni importantes. Esto se relaciona mucho con la salud mental; conocerse a uno mismo es fundamental. A veces le digo a Christian que intentar controlar a los demás es ser un poco psicópata, porque no puedes manejar las acciones de otras personas ni lo que sucederá. Lo único que podemos controlar son nuestras acciones y asegurarnos de que nuestra bondad esté a la altura de nuestras intenciones”.
¿Cómo sobrellevas todos estos comentarios alrededor de tu vida personal y separarlos de tu vida profesional?
«Te mentiría si dijera que no están involucrados en mi vida personal o en mi relación. He vivido muchas cosas en estos últimos tres años, desde rumores falsos hasta el impacto de los deep fakes, que para mí fue muy fuerte. Aprendí que la gente hablará de lo que no sabe, y no es mi responsabilidad explicarles nada. Si quiero hacerlo, lo haré, pero no tengo necesidad de justificarme.
“Al final, lo más importante es que las personas que son significativas para mí y yo sabemos quiénes somos, qué representamos, y cuáles son nuestras intenciones. Esto también se relaciona con el empoderamiento femenino: entender que debemos dejar atrás ciertas cosas y empoderarnos desde lo que sabemos y conocemos de nosotras mismas”.
¿Qué significa para ti el empoderamiento femenino y cómo puede contribuir a esto a través de la música?
“Creo que, ya sea hombre, mujer o no identificarse con ningún género, sentirse en tu poder es fundamental. Lo que trato de representar es ser genuinamente tú misma, estar en tus colores, en tus defectos, en tus virtudes. Eso es lo que soy, y eso es lo que quiero transmitir. El empoderamiento femenino es muy importante porque ha habido mucha presión en torno a lo femenino. Representarte como realmente deseas merece mucha fuerza; es crucial hablar desde el corazón y hacer lo que sientes”.
«No puedo expresar esto de manera que se entienda fácilmente, pero creo que es esencial no arrepentirse de las decisiones que tomas. Si las haces con el corazón, no hay motivo para arrepentirse.