El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) asegura que en los últimos cuatro trimestres el sector exportador ha sido el principal soporte de la actividad económica de México.
“Gracias a los esfuerzos del sector exportador para hacer frente a la coyuntura comercial y a la ubicación geográfica de México, las exportaciones continúan contribuyendo a la expansión económica y como un importante factor del intercambio comercial”, señala el órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Durante el segundo trimestre del año las exportaciones totales, si bien crecieron 0.6 por ciento, que fue su menor avance en los últimos cinco trimestres, en su comparación anual mantiene un ritmo de crecimiento de dos dígitos al crecer 12 por ciento explica el instituto líder de investigación económica.
Hay un optimismo del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo sobre el desempeño de la actividad económica, así como los principales indicadores continúan dando señales de moderación, incluso de cierta debilidad, declara.
“Los más recientes resultados muestran, además de la ralentización en la evolución de la actividad económica, la preocupación por una mayor debilidad en los siguientes meses, que incluso se podría extender al próximo año”, expresa el CEESP.
El Inegi considera que en julio el indicador global de la actividad económica (IGAE) registró una caída mensual de 0.5 por ciento, lo que propició que en su comparación anual reporta una disminución de 0.2 por ciento.
Para agosto, aunque prevé una ligera mejora al mostrar un avance mensual de 0.1 por ciento, para un incremento anual de 0.2 por ciento, aún está lejos de un ritmo de crecimiento suficiente para generar más empleos productivos y mejorar el bienestar de los hogares.
“Las autoridades consideran que la economía mexicana seguirá mostrando resiliencia gracias a la fortaleza del consumo de los hogares y la inversión nacional, que son los principales motores del crecimiento. Sin embargo, en este entorno, las cifras muestran otro escenario”, expresa el CEESP.
El Inegi dio a conocer los resultados de la oferta y demanda agregada para el segundo trimestre del año, así como los datos emitidos por el sector exportador en México.
“En ellos se aprecia claramente la tendencia de moderación o a la baja que muestran estas dos variables y la dinámica que podrían mantener a lo largo del año”, detalla.
Las cifras indican que en el segundo trimestre del año el consumo privado registró un sorpresivo avance de 1.2 por ciento trimestral que permitió que en su comparación anual creciera 0.5 por ciento.
“Sin embargo, esto no implica una mejora importante ni un cambio de tendencia frente a su debilitamiento después de su recuperación tras el efecto de la crisis sanitaria”, enfatiza el CEESP.
En cuanto al comportamiento de la inversión total, si bien reporta un modesto avance de 0.2 por ciento en el segundo trimestre, esto no fue suficiente para evitar que en su comparación anual se mantuviera en terreno negativo al mostrar una caída de 5.9 por ciento, con lo que ya acumula tres trimestres consecutivos a la baja y no se perciben señales de una mejora en el corto plazo.
El mayor deterioro se observa en la inversión pública, que tuvo una caída trimestral de 1.5 por ciento y una anual de 19.7 por ciento, de tal manera que suma cinco trimestres ininterrumpidos con caídas, tanto trimestrales como anuales.
Tal parece que la inversión privada se mantiene cautelosa ante la coyuntura sobre la reforma judicial y los efectos de la política arancelaria de los Estados Unidos, concluye el CEESP.